Abya Yala

El nombre Abya Yala proviene del pueblo guna, que vive en el punto medio de este continente. Las mujeres guna son artistas textiles excelsas, como podrás apreciar en esta muestra.


Abya Yala se traduce como “tierra de sangre vital”, “tierra en florecimiento” y “tierra en plena madurez”, en contraposición con la noción de un Nuevo Mundo que impusieron los invasores europeos a partir de 1492.


Diversas organizaciones de los pueblos originarios han optado por usar Abya Yala para designar a este continente y expresar así su desacuerdo con la palabra “América”. El rechazo a ese nombre impuesto desde Italia es un acto de resistencia tras de quinientos años de colonialismo. Es también una manifestación de amor a una tierra inseparable de la gente que lo habita, noción radicalmente opuesta a la concepción occidental del territorio.


En esta muestra usamos el nombre Abya Yala en solidaridad con las reivindicaciones de los pueblos originarios, afrodescendientes y mestizos del continente.



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José Gabriel Condorcanqui, Túpac Amaru II, dirigió la rebelión de las comunidades andinas contra el imperio español en 1780. Proclamó por primera vez la libertad de toda Hispanoamérica, el fin de la explotación de los pueblos originarios y la abolición de la esclavitud de las comunidades afrodescendientes. Túpac Amaru fue martirizado halando un jinete de cada una de sus extremidades; al no lograr descuartizarlo por su fortaleza, sus verdugos procedieron a degollarlo.
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Cuāuhtemōc, último tlahtoāni (gobernante) de Tenochtitlan (antigua Ciudad de México), enfrentó guerra, hambruna y epidemias cuando algunos cientos de soldados españoles, y varias decenas de miles de guerreros indígenas aliados de Hernán Cortés, sitiaron a la ciudad durante ochenta días hasta su rendición en 1521. La ciudad fue devastada y más de cien mil personas murieron. Cuāuhtemōc fue torturado quemándole manos y pies; cuatro años después fue ahorcado por orden de Cortés.


Túpac Amaru y Cuāuhtemōc encarnan la resistencia de los pueblos originarios de Abya Yala ante la invasión y el colonialismo. Las artistas textiles de todo el continente son conscientes de esta historia de 500 años de infamia: observemos en prueba de ello un tejido peruano que ilustra el martirio de Túpac Amaru y un bordado mexicano que representa la tortura de Cuāuhtemōc.