La prenda consta de un solo lienzo de manta (muselina industrial de algodón) doblado, cortándole un tramo corto para el cuello. Bordado en estambre fabril de lana rehilado con malacate, principalmente de color rosa mexicano, en punto de cruz y punto de hilván. Las figuras en la segunda técnica corresponden a los diseños más tempranos, con menor influencia europea, y evocan en su estructura y su disposición como franjas diagonales lo que históricamente fueron franjas de trama suplementaria en un lienzo de lana tejido a mano, como dos o tres ejemplos de la colección del explorador noruego Carl Lumholtz que se conservan en el American Museum of Natural History en Nueva York, que datan del s. XIX. La franja ancha bordada en escuadra, en cambio, se relaciona con bordados de tradición europea que se popularizaron en México en el siglo XIX. La orilla del quesquémel se reforzó con encaje industrial angosto de color rosado.

Esta pieza muestra patrones geométricos bordados en hilván, derivados del tejido de trama suplementaria, junto con diseños en punto de cruz que se relacionan con los bordados de tradición europea que se popularizaron en México en el siglo XIX. En los años 1890, el explorador Carl Lumholtz adquirió algunos quesquémeles huicholes tempranos construidos con dos lienzos rectangulares tejidos con lana hilada a mano, adornados con franjas de trama suplementaria con diseños similares a los que aparecen en esta pieza.