Enredo
Autoría:
desconocida
“Para hacer los diseños, primero los imaginamos. Nuestros diseños no se encuentran en los libros, solamente están en nuestra mente. Nuestra mente es como un libro donde imaginamos los diseños para luego reproducirlos. En nuestra mente está lo que hemos imaginado. El diseño es lo que con su belleza nos hipnotiza, luego se convierte en yacumama [serpiente mítica]. La misma yacumama es nuestro diseño.”
- Ranin Ama, mujer shipiba, exdirigente de la comunidad de San Francisco de Yarinacocha
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Cita en Valenzuela Bismarck, Pilar y Agustina Valera Rojas. Koshi shinanya ainbo: El testimonio de una mujer shipiba Gráficos S.R.L. Ediciones El Santo Oficio, 2017. Liga.
Amazonas
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Perú (país)

pueblo originario

práctica vigente
pueblo shipibo
creado por:
pueblo shipibo
Mapa: 'Tiles © Esri — Source: Esri, i-cubed, USDA, USGS, AEX, GeoEye, Getmapping, Aerogrid, IGN, IGP, UPR-EGP, and the GIS User Community'
Información adicional
Identificador:
ENR0301
Fecha:1940-1960
Dimensiones:160 cm x 79 cm
Procedencia:Colección de Hatti Mae y Max Nixon, adquisición del Museo Textil de Oaxaca
Muselina industrial de algodón; la tela fabril fue teñida probablemente con aguano mashu (corteza de Huberodendron swietenioides, árbol de la familia de la ceiba) y expuesta al sol para foto-oxidar los taninos condensados y lograr el color café rojizo del fondo, pintando posteriormente los diseños con chise mano (lodo ferruginoso que interactúa con el tanino para dar el color café oscuro). El lienzo fue decorado después con trabajos de appliqué (tela recortada y cosida encima de la muselina de base) y bordados con hilo fabril de algodón mercerizado en punto de cadeneta, punto de trazo y punto de cruz.
La lengua shipibo-conibo pertenece a la familia pano, que comprende 28 lenguas habladas en la región occidental de la cuenca amazónica en Brasil, Perú y Bolivia. Las mujeres shipibo son artistas consumadas que decoran sus textiles con diseños geométricos complejos, generalmente pintados con gran destreza a mano alzada. Los diseños distinguen a los shipibos de los grupos amazónicos vecinos y se plasman también en las bandas de chaquira que se usan sobre el cabello, y sobre todo en la cerámica de gran formato ejecutada con gran habilidad por las alfareras, pintada y después barnizada con la resina de un árbol del género Bursera, pariente de los copales mexicanos. Las mujeres shipibo visten faldas de enredo, tejidas a mano o confeccionadas como en este caso con muselina fabril, y blusas de corte victoriano de tela industrial, mientras que la indumentaria ceremonial de los hombres es la cushma, un huipil largo tejido con algodón hilado a mano, pintado con el mismo estilo de diseños que las faldas.
Las mujeres shipibo pintan los diseños sobre sus textiles sin necesidad de un pincel, usando una raja de caña brava cortada en bisel. No se guían con dechados ni requieren de soporte alguno, sino que ejecutan los trazos libremente con gran habilidad. Los diseños pintados y bordados tienen referentes simbólicos: “el mundo entero está cubierto por diseños”, según una canción shipibo. “Estas líneas torcidas representan serpientes”, comentó una anciana al ser entrevistada por un antropólogo: “La anaconda misma nos enseñó a pintar”. Un hombre señaló con su dedo el cielo lleno de estrellas y refirió: “¿Ves que arriba está lleno de caminos? Así arriba es igual que abajo, todo lleno de caminos. Hacemos nuestras faldas bordadas de blanco sobre fondo negro para representar la luz de las estrellas. Forman diseños porque nosotros vemos estos caminos en el cielo.” En efecto, los textiles shipibos están adornados con diseños compuestos siempre de trazos lineares.